Para todos, el envejecimiento nos provoca cambios estructurales y funcionales que aparecen con el paso del tiempo. Arrugas, patas de gallo, una mayor pronunciación de la celulitis, menor definición de los músculos, flacidez…, son algunos de los cambios que suelen aparecer en nuestro cuerpo y que hacen que no nos sintamos tan a gusto con nosotros mismos.