La liposucción es una intervención quirúrgica realizada en medicina estética para eliminar la grasa localizada de casi cualquier zona del cuerpo (abdomen, muslos, papada, cadera, etc.). A través de unas cánulas, se aspira la grasaacumulada que nos resulta complicado eliminar con dieta.
Gracias a la tecnología, que cada día tiene más presencia en la medicina, se están llevando a cabo formas de “liposucción” menos invasivas. Este es el caso de Bodytite, un tratamiento avanzado de remodelación corporal a través de la tecnología RFAL (lipólisis asistida por radiofrecuencia) para disolver y eliminar el exceso de grasa, y con un tiempo de recuperación más rápido que la liposucción tradicional.
Después de someterte a esta cirugía, independientemente del método utilizado, es importante mantener los cuidados adecuados para obtener los resultados deseados y, en ese sentido, la faja postquirúrgica es de extrema importancia para que la piel se vuelva a ajustar a la nueva forma del cuerpo.
Tipos de fajas
Aunque el principal objetivo de todas las fajas es la compresión, existen distintos tipos. Por ello, es muy importante escoger una faja diseñada específicamente para el postoperatorio de la zona tratada. Aunque seguro que el cirujano te aconsejará sobre varias marcas y modelos que son los más apropiados, se deben descartar prendas compresoras que no sean específicas para la liposucción, ya que estas reúnen una serie de características que las hacen ideales para este tipo de post operatorios.
Beneficios del uso de la faja
- Ayuda a disminuir el malestar y las molestias durante el postoperatorio.
- La faja hace que los vendajes y apósitos quirúrgicos se mantengan en su lugar: Esto permite que las incisiones realizadas para el tratamiento estén protegidas y limpias, lo cual reduce el riesgo de infección.
- Reduce hematomas e hinchazón: la compresión de la faja mejora la circulación de la sangre y reduce la retención de líquidos.
- Al generar presión en la zona tratada, la faja mejora la adherencia a la piel y su recuperación, lo que minimiza el riesgo de padecer irregularidades en la superficie de la piel.
¿Cómo colocar correctamente la faja?
Desde las piernas id subiendo poco a poco, para asegurar que la faja queda bien ajustada al cuerpo, la ropa interior debe ponerse por encima de esta. Cualquier prenda colocada por debajo de la faja, podría dejar alguna marca en la piel.
Debes tener muy presente la colocación de las líneas ya que te servirán de guía para colocarla correctamente y te facilitarán el poder subirla.
Aunque el equipo del Dr. Escariz te indicará cómo debe ser la faja ideal para tu caso, es importante que tengas en cuenta que debe quedar bien pegada a la piel. Aunque, obviamente, no debe quedar suelta para controlar la inflamación, tampoco debe estar demasiado ajustada ya que pasarás mucho tiempo con ella puesta y no debe limitarte en los movimientos. Cualquiera de las prendas que os recomendamos son especialmente diseñadas para el postoperatorio y que evita las costuras en contacto con la piel.
Cuidado con los pliegues. Normalmente en la cintura suelen producirse y, para evitarlo, solemos aconsejar utilizar láminas de epifoam, que almohadillan y hacen que la faja no se marque en esa zonas.
Aunque el tiempo de uso de la faja durante el postoperatorio depende de cada caso y te lo indicará el Dr. Escariz en cada revisión, lo habitual es que se use durante un período de entre 35 y 50 días tras la operación para obtener los mejores resultados posibles.