En los últimos años, la cirugía estética ha ganado popularidad no solo entre adultos, sino también entre adolescentes y, en algunos casos, incluso en niños. Como cirujano plástico en Madrid, el Dr. Escariz recibe frecuentemente preguntas de padres preocupados y jóvenes interesados en estos procedimientos. En nuestra opinión, es fundamental abordar este tema con la seriedad y la ética que merece, entendiendo los riesgos, beneficios y las implicaciones psicológicas de la cirugía estética en menores.

Actualmente vivimos en una era en la que la apariencia física se valora enormemente, influenciada especialmente por las redes sociales. Esta presión puede llevar a los jóvenes a desear cambios en su apariencia para sentirse más seguros y aceptados. Sin embargo, la decisión de someterse a una cirugía estética no debe tomarse a la ligera, especialmente en menores.

Según el último informe sobre Cirugía Estética en España 2022, elaborado por la Sociedad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE), en España, el número total de intervenciones de cirugía estética en 2021 ascendió un 215% con respecto al estudio realizado por IMOP Insights en 2014, que estimaba datos sobre la actividad de 2013.

En cuanto a los menores de 18 años -cuyas intervenciones representan únicamente un 1,7% del total-, estos pacientes demandaban sobre todo la otoplastia o cirugía de las orejas (51,3%) y la cirugía de reducción de mamas (16,2% en el caso de las mujeres y 13,7% en el caso de los hombres). En su inmensa mayoría, las intervenciones que se realizan a los pacientes que pertenecen a esta franja de edad tienen una finalidad más clínico-funcional que estética.

La sociedad médica recuerda que todo menor de edad que deba o quiera someterse a una intervención estética necesita el consentimiento de sus padres o representantes legales y depende, además, de la valoración que haga el cirujano plástico sobre la gravedad o el riesgo de dicha intervención y el nivel de madurez emocional e intelectual del paciente.

Independientemente de esto, no debemos de olvidar que las razones para considerar una cirugía estética en menores pueden variar. Algunas de las más comunes incluyen:

  1. Corrección de deformidades congénitas: Procedimientos como la reparación del labio leporino o la corrección de orejas prominentes (otoplastia) son comunes y, a menudo, médicamente recomendados para mejorar la calidad de vida del paciente.
  2. Mejorar la autoestima y la integración social: En algunos casos, los adolescentes pueden sufrir de baja autoestima y problemas de integración social debido a características físicas que consideran indeseables. La cirugía puede, en estos casos, proporcionar un impulso a su confianza.
  3. Problemas funcionales: Algunas intervenciones, como la rinoplastia, pueden ser necesarias no sólo por razones estéticas, sino también para corregir problemas respiratorios.

Consideraciones Médicas y Psicológicas

En nuestra opinión, antes de considerar cualquier procedimiento, es crucial realizar una evaluación médica y psicológica exhaustiva. Los menores están en una etapa de desarrollo físico y emocional, por lo que las intervenciones quirúrgicas pueden tener un impacto significativo en ambos aspectos.

  • Desarrollo físico: Muchos procedimientos estéticos pueden no ser apropiados hasta que el paciente haya completado su desarrollo físico. Por ejemplo, una rinoplastia no debería realizarse hasta que la nariz haya terminado de crecer, lo cual suele ocurrir en la adolescencia tardía.
  • Madurez emocional: Es esencial que el paciente tenga una comprensión clara de los riesgos y beneficios del procedimiento, y que la decisión no esté basada en presiones externas o expectativas poco realistas. La intervención de un psicólogo puede ser necesaria para asegurar que el menor está emocionalmente preparado para la cirugía. En este punto entra en juego el enfoque ético ya que, como profesionales de la salud, nuestra prioridad debe ser siempre el bienestar del paciente.

Alternativas a la Cirugía

Además, es importante considerar y discutir alternativas no quirúrgicas que puedan ayudar al paciente a sentirse mejor consigo mismo. Terapias psicológicas, técnicas de maquillaje, tratamientos dermatológicos y ejercicio pueden ser opciones efectivas para mejorar la autoestima y la imagen corporal sin necesidad de intervención quirúrgica.

En definitiva, la cirugía estética en menores es un tema complejo que requiere un enfoque cuidadoso y ético. Como cirujano plástico, mi responsabilidad es asegurar que cada paciente, independientemente de su edad, reciba una atención personalizada que priorice su bienestar físico y emocional. Para los padres, es crucial involucrarse activamente en el proceso, asegurando que cualquier decisión tomada sea en el mejor interés del menor.

En nuestra consulta en Madrid, estamos comprometidos a proporcionar información clara y honesta, y a trabajar de la mano con cada familia para asegurar que las decisiones sobre cirugía estética se tomen con la mayor responsabilidad y cuidado. Si tienes preguntas o necesitas más información, no dudes en contactarnos para una consulta.