El lifting es la técnica quirúrgica de rejuvenecimiento que trata de reponer las estructuras descendidas y deterioradas a su posición y estado de origen, para devolver a la cara un aspecto más joven.
El primer registro de la realización de un lifting fue en 1901. Por supuesto, la tecnología y la experiencia han permitido mejorar el procedimiento hasta llegar a lo que es hoy en día.
Para ese entonces, el lifting era solamente cutáneo. Consistía en despegar la piel con incisiones muy grandes que empezaban en toda la región temporal, bajaban por delante de la oreja y después por detrás, hasta la nuca. Sin embargo, con esta técnica de lifting, además de producirse grandes hematomas, las cicatrices y unos escalones que se creaban en el cuero cabelludo al estirar la piel eran muy visibles.
Después, para intentar disimular las incisiones, estas pasaron a realizarse justo en la línea del cabello. El inconveniente en este caso es que el cuero cabelludo es mucho más grueso que la piel de la cara y, por tanto, las cicatrices seguían siendo grandes y notables. Además, producía alopecia en la zona y la piel quedaba muy traccionada y antiestética y, a la larga, debido a esta tracción de la piel, la oreja se quedaba inclinada hacia adelante. También, al no remodelarse las estructuras que estaban caídas, unos años después de la operación, la piel volvía a ceder, haciendo poco duradero el resultado.
A partir de los años 60, cuando se empezó a popularizar la técnica, se empezó a cuidar más. Buscando que los resultados fueran más estables, se levantaba la piel de la misma manera y se disecaba el SMAS (Sistema Músculo-Aponeurótico Superficial), traccionandolo a la vez que la piel. Sin embargo, las cicatrices seguían siendo igual de grandes y poco disimuladas. Igualmente, todavía el resultado no era el idóneo, ya que eran liftings con resultados poco naturales.
En los años posteriores y hasta final de siglo, las mejoras fueron en aumento: mejor emplazamiento de las incisiones, mayor búsqueda de la naturalidad -evitando la tensión de la piel- y colocando la tracción en la dirección correcta -vertical como contrapunto a la gravedad-.
El lifting de la actualidad
Actualmente, el lifting consiste en el abordaje a las estructuras alteradas mediante una incisión que rodea la oreja y se continúa en menor medida hacia el cuero cabelludo.
Entonces se actúa sobre el SMAS, una capa de mayor consistencia que sirve para mantener las estructuras en su nueva disposición. Se alcanzan las diferentes estructuras subyacentes, las cuales se aspiran (liposucción), se suturan, se anclan o se retiran. Posteriormente se retira la piel sobrante.
La duración del resultado , la naturalidad, minimizar el postopetario y los riesgos de este son algunas de las ventajas que se han logrado alcanzar con estas nuevas técnicas.
Alternativas al lifting
Aunque sin duda el lifting es el rey de la cirugía facial y de rejuvenecimiento, la tecnología ha propiciado la aparición de nuevas alternativas, menos invasivas y con resultados muy positivos pero menos duraderos.
Ejemplo de ello son los tratamientos de radiofrecuencia, como FaceTite. Gracias a un aumento de la temperatura en la profundidad deseada, que provoca la retracción de la zona entre un 20 y un 40%, se remodela el contorno facial. Además, la radiofrecuencia fraccionada de Morpheus 8 aumenta la acción de tensado y ayuda a la eliminación de arrugas y surcos.
Puesto que son muchas las posibilidades y no todos los pacientes tienen las mismas necesidades, en la consulta del Dr. Escariz siempre valoramos cada caso individualmente según las expectativas. Tenemos en cuenta la calidad de la piel y la imagen estética que busca el propio paciente y, por supuesto, proponemos el mejor tratamiento para poner solución a su caso.