Si te has sometido a una reducción de pecho y no sabes cuáles son los pasos a seguir tras el posoperatorio, te recomendamos que continúes leyendo. Te explicaremos los cuidados que debes adoptar para conservar la forma y la tersura de tus pechos y recuperarte cuanto antes.
Lo que tienes que saber
Si ya has decido someterte a una intervención mamaria, es importante que prepares la piel de los senos para ello, con unos cuidados de hidratación extra los días previos a la intervención. Una vez que sales del quirófano y vuelves a casa es necesario que lleves a cabo una serie de cuidados especiales. Aunque en la consulta le explicamos a nuestras pacientes todos los pasos de tienen que seguir, es importante que tengan en cuenta diferentes puntos de todo el proceso.
La recuperación de esta intervención es cada vez más rápida, ya que en la consulta se utilizan cada vez más apósitos livianos, por lo que la paciente nota el cambio nada más salir del quirófano.
Cómo cuidar las cicatrices
Entre el octavo y el décimo día de la intervención a la paciente se retiran los apósitos. En la actualidad utilizamos suturas reabsorbibles que no son necesarias retirar, algo que preocupaba a nuestras pacientes, en caso de retirar alguno será alrededor del día veintiuno, se mantienen hasta esa fecha para conseguir unas mejores cicatrices. Los resultados son visibles desde el primer día, aunque estos no se valorarán hasta el tercer mes aproximadamente.
Para eliminar el exceso de piel y grasa, es necesario realizar tres incisiones (aunque en la mayoría de los casos procuramos reducirlas a dos). La primera se realiza alrededor de la areola, elevándola a su sitio y reduciendo el tamaño si fuese necesario, la siguiente es una cicatriz vertical desde el polo inferior de la areola hasta el surco submamario y la tercera es horizontal, que recorre parcialmente el surco submamario, quedando escondida en este. Gracias al estudio con Cirujanos Plásticos de diferentes países, en la mayoría de los casos el Dr. Pérez-Escariz consigue eliminar esta última incisión horizontal, evitando así la tercera cicatriz.
Independientemente de que la cicatriz puede tener diferentes formas, es importante cuidar al máximo la zona. Para ello es buena idea utilizar tiras cicatrizantes. La compresión que ejercen en la cicatriz resulta beneficiosa y la aísla de la exposición al entorno. Para nosotros las mejores son las de silicona, aunque las hay también de otros productos.
Si las tiras te incomodan, puedes probar con cremas que contengan ácido hialurónico. Esta sustancia es muy recurrente para tratar las cicatrices de tipo atrófico (más hundidas) porque estimula la creación de colágeno. El colágeno es una proteína que cura y sana las heridas gracias a sus propiedades antiinflamatorias, disminuye la flacidez aportando firmeza y flexibilidad y protege de agentes externos.
Los aceites regeneradores y cicatrizantes son otra alternativa. El de ricino y los aceites puros orgánicos también ayudan a la regeneración de la herida. Si estás preocupada por tu piel, estos aceites ayudan a hidratarla y a mantenerla firme.
No obstante, lo que solemos recomendar a nuestras pacientes es combinar esta intervención con Indiba, un renovador celular a base de electroterapia que nos permite que los postoperatorios sean mucho más llevaderos y fáciles y los tratamientos mucho más efectivos.
La combinación de esta cirugía con la aplicación profesional de la aparatología Indiba, hace posible que la vuelta a su vida normal sea más rápida y minimizar las molestias propias del postoperatorio. Indiba permite una recuperación inmediata ya que reduce la inflamación, acelera la cicatrización, etc.
No te olvides de practicar estos hábitos diarios
Tu vida sigue y debes normalizarla la higiene de la herida, pero teniendo en cuenta una serie de recomendaciones.
Aunque al principio recomendamos no utilizar aros (el primer mes) utiliza sujetadores con aro pasado este tiempo que te proporcionen buena sujeción. Si vas a hacer deporte, la sujeción pasa de ser importante a primordial. Procura no hacer ejercicio muy intenso en el posoperatorio. Si aun así lo practicas, según el grado de impacto utiliza un sujetador u otro.
Cuando la herida vaya cicatrizando y torne a un color más blanco, es importante una hidratación constante. Hay muchas cremas hidratantes en el mercado, pero te recomendamos que uses las más naturales.
Evita el sol, al menos durante un año. Esto ayudará a que la cicatriz se difumine y no adquiera un color más oscuro. Los rayos UVA son perjudiciales para la piel y también para la cicatriz. Así que por salud y por estética, no te expongas al sol sin protección solar factor 50+.
No duermas boca abajo las primeras semanas, descansa lo necesario para que el cuerpo se recupere de la operación. Y cuando camines, mantén la espalda recta.
Si sigues teniendo dudas tras la reducción de pecho, ponte en contacto con nosotros, resolveremos todas tus dudas y preguntas. Ven a conocernos.