Los pacientes que solicitan el tratamiento de rinoplastia suelen ser personas muy informadas. Muchos pacientes necesitan una rinoplastia para mejorar el funcionamiento nasal, para controlar de esta manera las posibles dificultades respiratorias o algunos traumatismos sufridos.
Otros pacientes recurren a esta operación con el objetivo de cambiar el tamaño o forma de su nariz y para mejorar su apariencia. A veces una nariz un poco larga, o demasiado corta, puede «acomplejar» de cierta manera, y en otras ocasiones el paciente nota cómo la punta de su nariz está caída, o es muy ancha. Para otros pacientes, los huecos nasales son demasiado anchos o la nariz no aparenta estar en el centro del rostro. Para corregir estos pequeños «errores», acudimos a la rinoplastia estética.
También se recurre a esta cirugía estética para aumentar el tamaño de la nariz, estrechar los orificios e incluso modificar el ángulo que se encuentra entre la nariz y el labio superior. Si existe alguna desviación del tabique, la rinoplastia intentará rebajarla. La cirugía plástica intenta aportar a la nariz mucho equilibrio, para que no destaque de ninguna forma negativa en el rostro.
En ESCARIZ estamos especializados en la rinoplastia, una de las intervenciones más complejas y artísticas que existen.
Realizamos un tratamiento funcional (para respirar mejor) y estético en una sola operación.
La rinoplastia corrige los cartílagos y huesos de la nariz, dándoles la forma deseada sin necesidad de tocar la piel por fuera, ya que esta de adapta fácilmente a su nueva forma como si fuese un guante. Es una de las pocas cirugías que no dejan cicatrices, ya que todas las incisiones se hacen en el interior de la nariz a través de los orificios nasales. En algunos casos es necesario una incisión externa, que se realiza en la base de la nariz, quedando una pequeña cicatriz que con el tiempo es prácticamente imperceptible, a esta técnica se llama Rinoplastia abierta, en la que el Dr. Pérez-Escariz posee amplia experiencia.