Hace varios años, era impensable que la gente joven se interesara por tratamientos estéticos rejuvenecedores como el botox (toxina botulínica). En los últimos tiempos, se ha trabajado en los efectos preventivos de este tipo de tratamientos y que resultan altamente eficaces en las pacientes más jóvenes.

A través de este nuevo post, queremos informaros sobre cuándo consideramos que son los momentos clave para el tratamiento de botox y cuáles son las distintas aplicaciones en cada caso. Además, es importante saber que se trata de una técnica temporal y que pierde efecto con el paso del tiempo. Por esto, en la consulta del Dr. Escariz se aplica el tratamiento en distintos puntos estratégicos según la edad y las necesidades de los pacientes, y también distintas dosis.

A los veinte:

Lo normal a estas edades es tener una piel tersa y sin arruguitas. Por esta razón, a partir de los 25, recomendamos el tratamiento de botox como método de prevención de las arrugas; sobre todo en personas que gesticulan mucho. A partir de esta edad, debido a la ausencia de flacidez en la piel, los resultados suelen ser muy efectivos.

Por supuesto, y como en todos los casos de tratamientos o intervenciones, el Dr. Escariz evaluará previamente la situación.

A los treinta:

En esta década ya empiezan a aparecer las primeras arrugas en la piel, especialmente en personas con mucha expresividad.

Al plantear el tratamiento, estudiamos la musculatura y los efectos en la expresión del paciente, para que la aplicación pueda ser natural.

El momento en el que comienzan a intuirse las marcas, es la mejor oportunidad para comenzar con un tratamiento de bótox, ya que conseguimos relajar la musculatura facial y retrasar la aparición de estas arrugas.

Las arrugas más habituales son las que se marcan al fruncir el ceño o sonreír. 

A los cuarenta:

A partir de esta edad, las arrugas ya suelen ser permanentes y se acentúan más en personas fumadoras o que se han expuesto frecuentemente al sol.

En esta década, las líneas de expresión se mantienen aún cuando el paciente no está gesticulando. En estos casos, se aplica la toxina botulínica para relajar los músculos y conseguir que la piel subyacente de relaje.

A partir de los 50 años, los tratamientos que realizaremos estarán muy enfocados a tratar las arrugas, sobre todo las arrugas de expresión que aparecen en el tercio superior de la cara (frente, entrecejo  y patas de gallo), y que son las culpables del envejecimiento en la zona del antifaz y donde más nos puede delatar la edad.

Si quieres saber más sobre el botox y sus posibles aplicaciones, no dudes en contactar con nosotros.