Mi hijo de 9 años se ha realizado una otoplastia con el Dr. Pérez-Escariz y quería comentar mi experiencia al respecto, ya que la idea es ayudar a otras personas que estén en la misma situación. Acudimos a la consulta del Dr. con la idea de poder aplicarle la técnica Earfold, ya que es una técnica mucho menos invasiva que la otoplastia y nos parecía más adecuada para él.
Una vez en la consulta, hicimos las pruebas con el dispositivos y allí mismo nos dimos cuenta de que no era apto para el tratamiento ya que la forma de la oreja no quedaba bien, al permanecer la concha muy despegada. En todo momento respetaron nuestra opinión y una vez decidimos que no era la opción (el Dr. nos dio la razón), nos planteamos realizar una otoplastia. No barajamos inicialmente esta opción ya que conocíamos un caso cercano en el que la operación con otro cirujano fue bastante desastrosa y la recuperación muy dolorosa para el niño. El doctor nos explicó con todo detalle el procedimiento y nos transmitió tranquilidad y confianza. Decidimos realizar la operación con él. Una vez realizado el pre-operatorio tuvimos que posponer hasta dos veces la operación por motivos de salud de mi hijo (uno de ellos el mismo día de la operación por encontrarse con fiebre). Nos trataron fenomenal ambas veces y agendamos la operación una tercera vez, siempre buscando los huecos donde el niño no tuviera que perder días de colegio. Finalmente se realizó la operación la mañana de un viernes y se le dio el alta la misma tarde, ya que se encontraba muy bien. Estuvo 5 días con un vendaje puesto y tomando analgesia con la que a penas tuvo dolor (molestias las dos primeras noches). Después se retiró el vendaje y se colocó una banda para cubrir las orejas (similar a las de los deportistas), que debe colocarse en cuanto llega a casa (hasta mes y medio después de la operación). Esperaba encontrar las orejas bastante mal y únicamente estaban un poco hinchadas y en algún puntito pequeño un moratón, algo normal. Por precaución estuvo 5 días más sin ir al cole ni hacer educación física, pero por lo demás haciendo vida normal. A los 20 días aproximadamente de la operación le quitaron los dos puntitos transparente que quedaban. El resultado es asombroso, muy natural. A penas tiene cicatriz, está tan escondida que no se ve. Mi hijo está súper contento.
Tengo que destacar la gran profesionalidad del doctor, de Carmen y del resto del equipo. Nos han tratado fenomenal en todo momento, con mucha paciencia y cariño.
Creo que fue la mejor elección. Totalmente recomendable.