La abdominoplastia es la corrección del abdomen “péndulo” o delantal abdominal mediante la retirada de piel y/o grasa presente, que se acompaña casi siempre de la reparación de la musculatura de la pared abdominal. Como ya ha sido demostrado, el exceso de grasa abdominal supone un factor de riesgo para la salud por sí solo, aunque no exista exceso de peso. Por tanto, su tratamiento favorece por sí mismo la mejora de la salud de los pacientes.

¿En qué consiste la técnica?

Se trata de una cirugía que elimina la grasa y piel en exceso del abdomen. Se reparan los músculos que han perdido su tono reforzándolos mediante una sutura. El objetivo es conseguir un abdomen liso, plano y mejorar su función.

Utilizando la menor incisión posible, suele ser una incisión horizontal por encima de la línea del pubis, el Dr. Pérez-Escariz corrige la capa muscular, suturándola y devolviéndola a su sitio, elimina el exceso de grasa y la piel sobrante. Al trasladar el faldón hacia abajo para retirar la piel, el ombligo cambia de posición y hay que “recolocarlo” en la posición más natural o parecida a la que inicialmente tenía.

En ocasiones hay pacientes que necesitan eliminar piel de alrededor del ombligo, se separan las capas profundas y se coloca en el lugar correcto, dando al abdomen un aspecto de juventud. Para evitar los hematomas y el acúmulo de líquido entre la pared abdominal y la piel, se dejan colocados unos drenajes, que se retirarán alrededor de las 24 horas tras la cirugía.

¿Quedan muchas cicatrices?

El tamaño de la cicatriz varía dependiendo de la cantidad de grasa qua haya que eliminar. En casos de poca grasa se realiza una mini-abdominoplastia. En cualquier caso se puede combinar con un poco de liposucción para eliminar cicatrices. Estas se esconden en la línea del pubis de esta manera queda oculto detrás de línea del bikini. Además, se  aplica un tratamiento a partir de la tercera semana de la cirugía para mejorar las cicatrices.

Indicaciones

La abdominoplastia está indicada en hombres y mujeres que tengan un exceso de grasa y sobre todo piel en la región abdominal (abdomen “péndulo” o delantal abdominal). La musculatura del abdomen, sobre todo en mujeres que han tenido embarazos, pierde su posición, no responde a la realización de dietas y ejercicio.

¿Existen complicaciones?

Aunque se cuida todos los detalles para evitarlas, una complicación posible, aunque poco frecuente es la aparición de hematomas, acúmulos de líquidos que tardan un poco más en ser reabsorbidos y aparecen los seromas. Para solucionar este imprevisto se pueden evacuar mediante una punción para drenar ese líquido acumulado.

Ventajas sobre otras técnicas

Los tratamientos alternativos suelen solucionar el problema de manera parcial. Un error bastante común es la búsqueda o realización de una liposucción abdominal en una paciente que precise una abdominoplastia, sólo consigue empeorar el problema y aumentar la sensación de flacidez y exceso cutáneo.

Cuando existe una “relajación” de los músculos de la pared abdominal o un exceso de piel, la única manera que hay de retirarla es mediante una abdominoplastia.

 

¿Es necesario estudio preoperatorio?

Siempre.

¿Qué anestesia sería?

En esta cirugía lo más adecuado es una anestesia general o epidural.

Recuperación

Se recomienda permanecer en la clínica 24 horas tras la intervención y se valorará cada caso. Posteriormente se traslada a su domicilio haciendo vida normal, caminando, paseando y guardando un reposo relativo.

Los primeros puntos se quitan a los diez días aproximadamente y los otros más adelante, a partir de las tres semanas.

¿Cuándo se empieza a ver resultados?

De manera inmediata se aprecia por fuera de los apósitos un abdomen plano.

Tiempo de convalecencia / recuperación.

Debe llevar una faja durante seis semanas.

Esta intervención se realiza en un centro hospitalario con todas las medidas de seguridad que tiene un quirófano. Dada la anestesia utilizada y la importancia de esta cirugía, se debe permanecer ingresada entre uno y tres días.

El día después

Los primeros días en normal notar presión en la zona, que irá desapareciendo. Las molestias se alivian con un buen tratamiento analgésico que el cirujano le recetará antes de la intervención.

Antiguamente las pacientes debian caminar encorvadas, pero gracias a las modificaciones que hemos realizado en nuestras técnicas quirúrgicas y la introducción de los tratamientos médicos (INDIBA), hemos conseguido que caminen desde prácticamente la llegada a la habitación y les pedimos que lo hagan de manera recta. Incluso la utilización de fajas y prendas de presoterapia estamos consiguiendo que no se realice en todos los casos, incluso que no tengan que llevar faja.

La zona permanece “adormecida” un tiempo, pero se va recuperando desde la periferia hacia la cicatriz. La incorporación a su vida normal será alrededor de los 20 días. Invitamos a nuestras pacientes a que realicen deporte desde el primer momento. Se entiende que pueden realizar ejercicios suaves desde las 12 horas de la operación y progresivamente incorporarse a su actividad deportiva a lo largo de 4-8 semanas, según el caso.

¿Debo seguir algún tratamiento postoperatorio? ¿Es doloroso? ¿Qué tomo para evitarlo?

Aplicamos un tratamiento que durante años venimos mejorando y adaptando a cada caso.

Por esa razón podemos afirmar que no es doloroso. Sí es incómoda la sensación de presión o de llevar una “faja permanente”. A partir del mes la cicatrización produce tirantez.

Es fundamental el cuidado de las cicatrices, tratándolas según te indiquemos y protegiéndolas del sol o rayos UVA.