¿Sabes en qué consiste la lipotransferencia facial?
La cirugía de lipotransferencia o lipofilling es un procedimiento que cada vez se está haciendo más popular en las consultas de cirugía estética. Esta técnica consiste en aspirar la grasa de una zona donante del cuerpo, como la cara interior del muslo, abdomen, cartucheras, etc. para transferirlo a otra zona que lo demanda como la cara, y recuperar volumen perdido y poder revitalizar la piel.
La grasa, una vez extraída, se procesa y se infiltra en el mismo paciente.
Cuando alguien acude a nuestra consulta le explicamos en qué consiste esta intervención, todos los beneficios y las precauciones que se deben tener.
El lipofilling es una técnica realizada en quirófano, bajo anestesia local y sedación. Suele combinarse con otras cirugías faciales como blefaroplastias y liftings, pero también puede realizarse de forma aislada.
Esta técnica es muy eficaz para conseguir un efecto rejuvenecedor más duradero que otros tratamientos como los rellenos. Para ello, suele aplicarse para rellenar surcos de expresión muy marcados.
¿En qué consiste la intervención?
La intervención, que suele durar una hora y media, consiste en la aspiración de grasa del propio paciente. Tras centrifugar esta grasa, el cirujano procede a inyectarla en la zona donde se desee aumentar el volumen. En el caso del lipofilling facial, se administra, junto a factores de crecimiento, en la cara del paciente.
Al ser un relleno natural del propio cuerpo del paciente, no existe apenas riesgo de reacción. Aunque, en algunos casos lo que suele suceder es que el cuerpo reabsorbe la propia grasa. Por esta razón, durante el procedimiento se suele inyectar más cantidad de la necesaria para conseguir los resultados deseados en un primer momento.
Los resultados de un lipofilling, al estar construidos a partir de grasa, evolucionan a la vez que el paciente. Si el paciente adelgaza será normal la pérdida de grasa en esta zona y, si por el contrario, el paciente coge peso lo habitual sería que esa región también aumente de volumen.
¿En qué zonas suele infiltrarse la grasa?
Se puede poner prácticamente en cualquier parte del cuerpo, aunque las más habituales son:
- Ojeras (párpado inferior)
- Sienes
- Pómulos
- Mentón
- Líneas de marioneta y surcos nasogenianos
- Arco mandibular
- Labios
En definitiva, el lipofilling facial es una excelente alternativa para aumentar el volumen de determinadas zonas, además de ayudarnos a regenerar la piel y es el complemento perfecto a otras cirugías.
Si quieres más información sobre este tipo de intervención, no dudes en contactar con nosotros.