¿Qué es la Mamoplastia de aumento o aumento de senos?

Consiste en la implantación de una prótesis mamaria que aumenta el tamaño de los senos.


¿En qué consiste la técnica?

Se coloca una prótesis de aumento mamario en el espacio retroglandular (detrás de la glándula y delante del músculo pectoral) o retromuscular (detrás del músculo pectoral).

Existen varias vías de acceso (incisiones) a esos espacios. Las más habituales son alrededor de la areola (Periareolares), por debajo de la mama (por el surco submamario) o por la axila.

La elección de la vía dependerá de varios factores, entre ellos el tipo de prótesis así como se considera la predilección de la paciente. Tras la retirada de las suturas, se realiza un tratamiento muy cómodo y fácil de seguir para mejorar el aspecto de las cicatrices, de forma que con el tiempo se hacen casi inapreciables.

Características de los implantes

Las prótesis están compuestas por silicona, suero o ambas sustancias a la vez en compartimentos diferentes, contenidas en una envoltura de material resistente con diferente textura (lisas o rugosas). En la clínica, trabajamos sólo con implantes de marcas líderes mundiales (Politech, Mentor, Motiva…).

La forma de la prótesis varia tanto en tamaño como en forma, implantes redondos o  con forma “gota de agua”, llamados anatómicos.

El Dr. Pérez Escariz aconsejará la forma más indicada a las preferencias y anatomía de la paciente.

Indicaciones

Esta cirugía está recomendada para casos en que se necesita aumentar o dar forma a un seno.

¿En qué ocasiones está indicada esta cirugía?

Cuando hay un desarrollo insuficiente de los senos, y para algunos casos de asimetría mamaria, de involución tras los embarazos y de ptosis (caída de la mama).

El cirujano valorará el estado de la paciente y aconsejará el tratamiento si no hay factores desfavorables, gracias a un estudio preoperatorio, que consta de una analítica completa y un electrocardiograma. En caso de necesitarlo, se administrará algún tratamiento (complejo vitamínico, suplementos de hierro) para preparar adecuadamente al paciente.

Se debe evitar fumar los días previos y posteriores a la cirugía, ya que entorpece el proceso de cicatrización y oxigenación de los tejidos. El paciente facilita todos los datos médicos que sean importantes para su historia clínica, si toma algún tipo de medicación, enfermedades, alergias, antecedentes de cáncer de mama en la familia, estudios radiológicos previos de las mamas.

Se estudia cada caso, tipo de piel, tamaño deseado, medidas de su contorno, se realizan fotografías para seguir la evolución.

En mi caso ¿esta es la cirugía apropiada?

El Dr. Pérez- Escariz se encarga de evaluar personalmente cada caso y valorar qué opciones favorecen a cada paciente.

Hay muchas soluciones satisfactorias para un mismo problema, la paciente sólo tiene que expresarle al doctor sus inquietudes o preferencias y él le ayudará en esta elección.

Ventajas sobre otras técnicas

Es una de las intervenciones más frecuentes y agradecidas desde el primer momento. Los resultados son rápidos y espectaculares.

Lamentablemente no hay técnicas alternativas de resultados contrastados. Sólo se puede insistir en la importancia de prevenir y cuidar los senos para minimizar los efectos del paso de los años, de los embarazos, de los cambios de peso y de la fuerza de la gravedad.

Recuperación

¿Cuándo se empieza a ver resultados?

De manera inmediata. Cada vez utilizamos apósitos más livianos y desde el momento que salgas de quirófano la paciente aprecia el cambio ¡sin esperas!

Tiempo de convalecencia/recuperación.

Cada técnica tiene sus peculiaridades. Algunas prótesis precisan unos masajes posteriores, otras se mantienen sin necesidad de masajear. En general, las que utilizamos nosotros son de superficie rugosa y de mayor calidad, y no precisan de los molestos ejercicios de mantenimiento ni masajes después de la implantación.

La paciente sale la clínica caminando normalmente y con la única recomendación de no realizar movimientos bruscos, levantar o hacer fuerza con los brazos. La reincorporación a la vida cotidiana se suele realizar alrededor del sexto día. Esto no significa que no se pueda hacer vida normal antes; preferimos que se guarde un periodo de reposo relativo durante unos días.

Los ejercicios intensos y deporte deberán esperar de cuatro a seis semanas.

Los senos permanecen “sensibles” durante tres o cuatro semanas.

El resultado no se evalúa hasta pasados unos tres meses durante los que va ganando naturalidad, en este tiempo se deberá proteger del sol con cremas y cuidar la piel y cicatrices.

Lactancia

Durante los seis meses previos y posteriores, la paciente no se debe quedar embarazada. Durante este periodo de tiempo los senos varían de tamaño y sufren cambios importantes, tras muchos de los cuales no se recuperan correctamente. La mamoplastia no interfiere directamente en la lactancia, ya que en la cirugía no se altera la glándula mamaria.

El día después

¿Debo seguir algún tratamiento postoperatorio?

Tras la cirugía, el cirujano coloca unos apósitos finos para evitar la inflamación de la zona, pese a esto es normal cierta inflamación que se mantendrá durante varias semanas. El área intervenida permanece con una sensación de “acorchamiento” un tiempo, hasta que esta vaya desapareciendo.

¿Es doloroso? ¿Qué tomo para evitarlo?

Normalmente, esta intervención tiene mala fama, ya que se considera dolorosa. Eso ha llevado al Dr. Pérez-Escariz a estudiar la situación con la Unidad del Dolor y alcanzar un protocolo de actuación y medicación perioperatoria que controla al máximo el dolor. La sensación de tirantez de la piel u opresión en el pecho no se pueden evitar, pero nuestras pacientes no las describen como una experiencia dolorosa.

Complicaciones

El Dr. Pérez-Escariz informará en detalle de las posibles complicaciones mediante la explicación y firma del consentimiento informado. Aun manteniendo todas las medidas de seguridad, la complicación más característica y frecuente (de un 2 a un 20%) del aumento de senos es la contractura capsular. Nuestro cuerpo identifica la prótesis como algo extraño que, como no puede expulsarla fuera del cuerpo, la envuelve en una capa de tejido (cápsula periprotésica, que básicamente es una capa de tejido cicatrizal). Hasta ahí es una reacción normal (una “reacción a cuerpo extraño”) presente en la totalidad de las pacientes, la complicación aparece cuando esa capa de tejido se engrosa y endurece. Se llama contractura capsular y utilizamos la clasificación en grados del Dr. Baker:

  • Grado I: la cápsula normal que forma en la práctica totalidad de los casos
    • Grado Ia: Presenta tacto y forma normales
    • Grado Ib: Tacto blando y casi inapreciable desde el exterior, puede ser normal
  • Grado II: Tacto firme y sin deformidad externa o mínima
  • Grado III: Tacto firme y deformidad externa
  • Grado IV: Tacto duro, deformidad externa, suele ser molesto o doloroso

Aunque no hay un tratamiento universal (cada caso lo valoramos individualmente), los factores que hacer optar por uno u otro es la afectación subjetiva (presencia de molestias o alteración de la forma), siendo el tratamiento quirúrgico casi únicamente ara los grados III y IV.

Un dato importante es que la primera persona en notarlo es la propia paciente ya que desde el exterior no se nota y cuando es así ya comenzamos a “prevenir” el avance.

El aspecto del pecho se vuelve duro al tacto y en algunos raros casos, rígido y poco natural. También puede aparecer esta contractura en solo uno de los pechos.

Para este tipo de problemas hay soluciones sencillas a nivel de fisioterapia o medicación dejando para casos extremos la quirúrgica.

El índice de contractura capsular es de alrededor un 2 al 20 por ciento de todas las pacientes, aunque afortunadamente y por las medidas de control que realiza el Dr. Pérez-Escariz, en el caso de sus pacientes, la estadística es mucho menor, cercano al 1%.

Otros problemas de menor incidencia son la aparición de hematomas, infección de algún punto o intolerancia a las suturas o a los esparadrapos.

En cada caso, el cirujano explica las posibles complicaciones de la anestesia, las comunes a cualquier cirugía y las específicas de esta intervención.

Todas ellas se pueden tratar y es bueno que la paciente sepa reconocerlas e identificarlas.