Los implantes faciales se utilizan para armonizar el rostro y mejorar el contorno facial. La falta de armonía, bien sea por el envejecimiento o por ser algo congénito, altera el aspecto estético facial, por lo que gracias a los implantes podemos mejorar y suavizar esta armonía facial.
Existen multitud de diseños y materiales para implantes faciales. Estos, se colocan en planos subdérmicos dando resultados permanentes con una estructura que no varía con el tiempo. Los implantes mejoran la apariencia mediante procedimientos seguros que se realizan en hospitales y clínicas, dotado con el personal cualificado y necesario para este tipo de intervenciones.
Normalmente esta intervención se realiza con anestesia local y sedación y es un procedimiento ambulatorio, es decir a las pocas horas el paciente puede irse a su casa.
Pueden someterse a esta intervención las personas adultas de cualquier edad que quieran solucionar temas tales como:
- Asimetría facial.
- Zonas de la cara poco desarrolladas.
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Malformaciones.
- Pérdida del volumen facial por envejecimiento.
Tipos de implantes faciales:
- Implantes de pómulos: Consiste en el aumento del pómulo realizando una incisión por dentro de la boca o a través del párpado inferior -zona por la que se introduce el material - para darle la forma deseada al rostro.
- Implantes de mentón: Se puede incrementar la proyección del mentón gracias a un implante introducido a través de una incisión bucal o submentoniana.
- Implante ángulo mandibular: Este tipo de implantes consigue marcar la mandíbula para darle un aspecto más anguloso y tonificado.Se introduce el material por medio de una pequeña incisión en el labio inferior o por debajo de la barbilla.