El Dr. Escariz es uno de los mejores especialistas en rinoplastia del país con una brillante trayectoria en esta disciplina médica.
Hablamos con él para conocer los avances de una de las intervenciones más frecuentes: la rinoplastia.

¿Qué es la rinoplastia?

Es la operación que modela o corrige defectos de la nariz. No se trata de esculpir una nariz bonita, sino proporcionada y acorde a los rasgos del rostro.
Además de la forma, cada vez logramos mejores resultados funcionales con una estética más armónica.
Un ejemplo de ello es cuando nos enfrentamos a una nariz que necesita ser reducida. En esos casos debemos dominar las técnicas que van “abriendo las compuertas para el paso del aire” (válvulas, tabique, cornetes) y así compensar esa reducción de tamaño. 

¿Cuáles son los principales avances que ha habido en rinoplastia?

Para mí, la rinoplastia supuso un reto. Había sido educado ayudando a mi padre a operar cientos de narices; me enseñaba a palparlas, a refinar el tacto y a detectar pequeñas irregularidades, cuando asistí al boom de la rinoplastia ‘abierta’, la que levanta la piel de la punta para operarla. Los grandes cirujanos plásticos como mi padre la criticaban, era algo nuevo y desafiante para ellos. Por ello, tuve que salir a Estados Unidos y Reino Unido para ver a los que habían descrito e incorporado la renovación técnica. Por otro lado, los avances en las anestesias nos han ayudado a los cirujanos plásticos a trabajar con seguridad y tener postoperatorios más confortables. El gran beneficiado ha sido el paciente.

¿Qué diferencia al Dr. Escariz de otros cirujanos?

Cuanto más maduras como cirujano plástico, más escuchas a los pacientes y más humilde eres.
No concibo la rinoplastia como una técnica aislada, sino que trato de armonizar una cara, unos gestos y sobre todo unas preferencias del paciente, porque lo importante no es que me guste el resultado a mí, sino a los dos. Ha habido cirujanos que siempre ‘dejaban las mismas narices’, sin embargo, esto ha cambiado.
Cuando un paciente acude a operarse la nariz, le enseño a analizar sus deseos y expectativas para que sepa de su nariz casi tanto como yo. Debe conocer que existe, además de la nariz, un perfil, una piel y unos volúmenes (pómulos, mandíbula, mentón, mejilla). Y no exagero cuando digo que tengo en cuenta su estilo, personalidad y forma de vestir.

Tengo entendido que también lleva a cabo otras técnicas que ayudan a esa visión global…

Así es. En muchas ocasiones, para equilibrar esos cambios que le comentaba, combinamos técnicas el mismo día de la rinoplastia (lipofilling o modelado con grasa, factores de crecimiento plaquetario, peeling, láser, etc.) o las cirugías de párpados, mentón, pómulos y lifting. De hecho, la rinoplastia es una técnica de rejuvenecimiento, porque con el paso de los años nuestra nariz cambia y esos cambios son reversibles con la rinoplastia sola o en combinación de la blefaroplastia, lifting…

¿Por qué es recomendable que la operación de rinoplastia la realice un cirujano plástico?

El cirujano plástico conjuga técnicas refinadas en cualquier parte del cuerpo, lo que convierte a la especialidad en una de las más exigentes técnicamente.
Debemos aplicar la precisión de nuestro entrenamiento y los conceptos estéticos a cualquier parte anatómica. El paciente que acude a la consulta de cirugía plástica es un paciente exigente, informado y con las ideas claras que, sin saberlo, necesita un trato diferente que en nuestra especialidad nos enseñan desde el principio.

 

“La rinoplastia sigue siendo ‘la perla’ de la cirugía plástica” 

Dr. Pedro Pérez-Escariz